Me descubro hoy como el tripulante
de una nave fantasma.
El mar se parte en dos
para que los sueños de un anciano
pasen y se refugien al otro lado del desierto.
No sé qué es ni cuándo seré
ni en dónde estaremos cuando nos volvamos a encontrar.
Sé que soy yo, pero no sé lo que soy.
Sólo lo sospecho.
Soy una intuición de libertad.
domingo, 3 de julio de 2011
no pretender ser nadie (por mal camino he de aprender)
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