lunes, 30 de mayo de 2011

En el marco de la breve historia de un individuo


El alma de los hombres está en constante movimiento. La puerta que separa mi carne del infinito. El auto que acelera hacia una montaña en llamas. Un adolescente encerrado en un cuarto diminuto, sin pasta para el tabaco y a punto de morir de soledad. Los amigos que ya no volverás a ver nunca. El gato que se frota contra las piernas de Sandy. Las uñas rojas de la secretaria en cinta. Y notas que la chica que se ha subido al autobús y se pavonea frente a ti está perfecta para follar y abrazarla un par de horas en la cama, pero ¿quién va a querer salir con un falso estudiante, sin seguridad médica, sin trabajo, sin futuro en el magisterio del éxito profesional? Subes al vehículo y le entregas tu tiquete estudiantil al gordo que está al volante. ¿Es eso una erección? ¿Lo es? ¿Lo es? El deseo es una mezcla de semen y soledad, y entonces observas el rostro de la colegiala entre las figuras inútiles de los demás pasajeros. Un túnel infinito entre tus cojones y su clítoris es suficiente razón para echarse a llorar. Medellín es una dama que fuma cigarrillos mientras se sumerge en gasolina. Las calles son como sombras absurdas en un bosque poblado de criaturas y edificios siniestros. Tu erección es lo único que podría contradecir tu falta de fe en el amor y la compañía. Tu sufrimiento no existe, pero tampoco la felicidad, y ya es hora de crecer un poco, trabajar, tener un perro o quizá algunos hijos. Te sientes solo en la universidad, pero siempre estás solo. Vienes a casa y lloras un poco y luego recuerdas tu sueño. La imaginación lo es todo. Tu cuerpo es una pobre carroña, pero mientras haya imaginación estás salvado. ¿Cómo se crea de la nada una forma bella? Hurgas en tu espíritu. Fumas un cigarrillo. Sabes que la soledad será larga y más te vale aprovecharla. Dios es quien besa mi boca en el espejo. ¿Cuánta soledad serás capaz de soportar antes de volverte loco? La felicidad se esfuma y en su lugar sólo queda el espíritu: la lucidez. Comprender tu vida a través de la imaginación es saber lo que podría llegar a ser aunque no lo sea nunca. Y bajas del autobús y caminas por Medellín y todo parece azul neutro, o margarita, pero nadie te espera en ninguna parte. El perro que arrastra su culo sobre el piso de la enfermería. Una mujer. Una imagen. Un punk de cresta roja que bebe cerveza y piensa en los aeroplanos. Saber que se está caminando en la dirección correcta, pero sin saber a dónde. Incertidumbre. ¿Cuántas flores guarda mi alma? Procuro buscar la soledad y la desestabilización. El amor es infinito, pero el pánico es más efectivo en algunos momentos. Tres jabalíes blancos que flotan sobre la selva espumosa de tu espíritu. Me niego a utilizar mi inteligencia, a riesgo de que el infinito se convierta en orgullo. Todas las mañanas veo el mismo demonio junto a mí. No tolero a mis amigos, que esperan algo que yo jamás les podré dar. ¿Qué tan fuerte puede ser un sueño?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hi - I am certainly happy to find this. great job!

Anónimo dijo...

si Aram eres un hallazgo literario, es chevere leerte

Diego Niño dijo...

Intento ponerle edad a este post… quizás, me digo en medio de las cavilaciones, sus palabras crecen a la sombra de los veintiuno… acaso, sigo especulando, cruzó la frontera de los veinticinco y se ha desbarrancado por las laderas de una insatisfacción perpetua… sea como sea, usted, amigo mío (espero disculpe la confianza), tiene un talento enorme para la escritura, una capacidad desbordada que nos hunde en su universo de aguijones y espinas, que nos lleva a las pailas de aquel hermoso infierno de los renegados…

Saludos desde la fría Bogotá

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